lunes, 18 de noviembre de 2013

Los problemas en ARENA continuan.

La situación en ARENA está complicada. Después devarios años de enormes tensiones internas, los problemas en ARENA son los de nunca acabar. El más recienteproblema tiene como protagonistas a un ex Presidente de la República y al candidato a la Vicepresidencia enfrascados ambos en una agria batalla personal.
Ya se sabía desde antes que la situación interna en el expartido de gobierno es de ansiedad extrema. Pero los  constantes lamentos de varios areneros en las redes sociales confirman lo que muchos observadores sospechaban: que las cosas en ARENA no andan tan biencomo dice su dirigencia.  Las quejas de los areneros dejan entrever que las cuentas felices que hace su partido públicamente, no son tales. Los resultados de sus “encuestas internas” hechas públicas no coinciden con las que asoman de sus sondeos internos no hechos públicos. ARENA no lleva la ventaja que dice y la tendencia hoy, no le favorece.

Varios areneros de trayectoria llevan ratos advirtiendo que las cosas van mal y que el rumbo de la campaña es equivocado. Pero los tomadores de decisiones del comando de campaña no tienen el temple para reconocer sus errores. Es más, parecen estar esperanzados en poder disimular sus malas decisiones tras el velo del “fraude”electoral que ya comenzaron a develar.
Este último pleito entre estos dos protagonistas de peso en el seno de la campaña es síntoma de fisuras más profundasque minan la harmonía en la casa tricolor. Las causas del altercado están relacionadas a otras decisiones de la cúpula que han hecho de la de Norman Quijano una candidatura presidencial atípica en ARENA.
La regla no escrita en ARENA era que el candidato presidencial asumía las riendas del partido y/o de su campaña. Pero a Quijano no se le permitió hacerlo. Las causas para ello son múltiples pero la más importante tiene que ver con la aspiración de la cúpula de no perder el control ideológico y programático de su vehículo electoral.

Sirve aclarar que la “cúpula” de ARENA no incluye atodas las personas que ostentan cargos formales en la estructura dirigencial del partido—el COENA—sino a los poderes fácticos del partido que incluyen a sus principales financistas y a sus principales operadores políticos. Fue el poder económico y sus aliados quienes no le permitieron a Quijano pilotear al partido durante la fase de proselitismo.
Las decisiones partidarias y de la campaña las toman dichos poderes, ya sea directamente, o por medio de sus operadores políticos de mayor confianza. Y NormanQuijano no es uno de ellos. Mucho menos René Portillo Cuadra, que de verdad no cuadra en la batalla de intereses (y de egos) que existe hoy en ARENA.
Por tanto, estas reyertas personales surgen de las profundas diferencias que albergan los enfrentados y que están relacionadas con visiones políticas y programáticas totalmente dispares. La extracción de clase media del vicepresidenciable no le permite adoptar como propiasvisiones y propósitos al servicio y en defensa de los intereses del gran capital.   El compañero de fórmula de Quijano es hoy pieza clave en el juego de percepciones que deja entrever una apertura ficticia en el engranaje del poder interno tricolor. Sin embargo, de llegar ARENA al poder en junio próximo, elvicepresidente será una pieza ornamental más, como los elegantes sillones de Casa Presidencial.

fuente;
 http://www.lapagina.com.sv/nacionales/56684/2011/10/06/Edwin-Zamora-La-fraccion-de-ARENA-no-hace-automaticamente-lo-que-indica-el-Coena
http://elmundo.com.sv/los-problemas-en-arena


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