jueves, 9 de mayo de 2013

Quijano se reúne con golpistas y anti-inmigrantes estadounidenses


El candidato presidencial de Arena, Norman Quijano, se reunió con golpistas y antiinmigrantes en el transcurso de una gira que desarrolla por Estados Unidos, acompañado de René Portillo Cuadra y el presidente de Arena, Jorge Velado.
Quijano se reunió con miembros de la Fundación Heritage, dirigida por ultraconservadores del llamado Tea Party, cuyo máximo dirigente, el excongresita republicano por Carolina del Sur, Jin DeMint, se ha opuesto rotundamente a la iniciativa bipartidaria de aprobar una reforma migratoria integral, que legalizaría a 11 millones de indocumentados, y que es apoyada por el presidente Barack Obama.
Pero la reunión no sólo fue con el excongresista DeMint, quien visitó Honduras el 2009 y se reunió con el presidente de facto Roberto Micheletti, una cita a la que la administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, se opuso, si no también con el exembajador de Estados Unidos en Venezuela, Otto Reich, reconocido anticomunista, a quien el presidente Nicolás Maduro responsabilizó recientemente de estar detrás de un complot para asesinarle.
El gobierno de Barack Obama se opuso a que DeMint sostuviera el encuentro con Micheletti, ya que consideraba como presidente legítimo de Honduras a Manuel Zelaya, contra quien la derecha hondureña y el ejército dirigieron un golpe de Estado
Resulta inconcebible que el candidato presidencial de la derecha tome nota de consejos sobre migración a los anti-inmigrantes de la Fundación Heritage, que se opone abiertamente a la reforma, y con ello afectaría a cerca de dos millones de salvadoreños que residen de forma irregular en Estados Unidos.


Resulta evidente que Quijano y Arena sostienen relaciones basadas en coincidencias ideológicas y no en relaciones de cooperación para el bienestar de los pueblos.
El informe de la conservadora Fundación Heritage, sobre los altos costos de la regularización de unos 11 millones de indocumentados, distorsiona el debate sobre la reforma migratoria, afirmó hace días el diario The Washington Post.
El informe, que estima en 6.3 billones de dólares el costo de la regularización, “es un intento flagrante de distorsionar el debate de inmigración”, anotó el diario en un editorial, al indicar que el reporte ignora los beneficios económicos de esa medida.
En la presentación del texto, el presidente de la Fundación, el ex congresista republicano de Carolina del Sur Jim DeMint, dijo que la “amnistía”, como calificó a la legalización de indocumentados, es “injusta” para quienes cumplen la ley, según la publicación de otro medio de comunicación, The Hill por sus siglas en inglés.
DeMint está a favor de exigir a todos los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos que se regresen a sus países de origen, o que apliquen para la residencia legal. Está a favor de establecer el idioma inglés como el idioma oficial del país
Otto Reich: planificador del golpe mediatico contra Chávez
Otto Reich, el hombre que recorre América del Sur para alinear a los gobiernos contra Cuba en la votación de Ginebra sobre Derechos Humanos, no tiene ningún cargo oficial a causa del veto del Congreso, pero pertenece al reducido grupo de cubanos de extrema derecha que manejan la política de Estados Unidos hacia Latinoamérica, desde los tiempos de Ronald Reagan. Su última tarea importante fue la coordinación del golpe en Venezuela, también su último fracaso, el 11 de abril de 2002, escirbe el periodista chileno Ernesto Carmona en la agencia de noticias Argenpress
En una carta del exfuncionario norteamericano, que salió publicada el viernes 10 de julio en el diario El Nuevo Herald de Miami, y la firmaba Reich, ex subsecretario de Estado de EE.UU. para América Latina del finiquitado George W. Bush, además de asegurar que la asonada militar que puso a Roberto Micheletti en la Casa Presidencial de Tegucigalpa es «legal y constitucional», negaba rotundamente que él (Otto) hubiera participado en la orquestación del golpe, y así respondía al embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chadderton, quien le había hecho días antes esa acusación, registró en su sitio web Juventud Rebelde.

Otto Reich, un hampón político eternamente implicado en las redes secretas de la CIA para derrocar a Chávez, y renunciante al cargo de enviado especial de Bush para Latinoamérica, dijo a la BBC que a la Casa Blanca le gustaría que el actual presidente de Venezuela fuera destituido. Como responsable de América Latina en el Departamento de Estado, Otto Reich fue el promotor principal del golpe de Estado que derrocó a Chávez por unas horas, en abril del 2002, en asociación con la mafia cubano-americana de Miami y el grupo de golpistas mediáticos liderado por Gustavo Cisneros. Hoy tratan de repetir la historia, informa Rodrigo Guevara en agencia IAR-Noticias.


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